Los ingenieros de la empresa de diseño de aviación Marcel-Bloch imaginaron un caza equipado con el nuevo y potente motor Gnôme-Rhône 14R refrigerado por aire ya en 1939. Inicialmente, el motor estaba destinado a la instalación en el fuselaje del caza MB.152, pero el peso y las dimensiones del motor requerían que el fuselaje se rediseñara significativamente. Con el comienzo del MB.155, los trabajos de diseño de la producción en masa de los cazas se concentraron en adaptar su fuselaje para este motor altamente prometedor. Sin embargo, la capitulación de Francia y la ocupación alemana impidió que se terminara el trabajo sobre el MB.157. A pesar de que el Dewoitine D.520 fue seleccionado como el principal combatiente de la Fuerza Aérea de Francia ocupada, el Mando francés expresó interés en crear un competidor para el Dewoitine. Se reanudó el trabajo interrumpido en el MB.157, y pronto se construyó un prototipo de un nuevo caza con el motor GR.14. En las pruebas de vuelo, a las que asistieron los oficiales ejecutivos de la Luftwaffe, el MB.157 asombró a los observadores al alcanzar velocidades de más de 700 km / h a gran altura. Los expertos militares alemanes decidieron estudiar cuidadosamente los prototipos terminados y obligaron a Francia a entregar el MB.157 a la Luftwaffe. Pronto surgió que, a pesar de su impresionante velocidad, el caza no estaba listo para la producción en masa debido a averías parciales en el turbocompresor y el motor, junto con una baja tasa de ascenso a las alturas donde el MB.157 podría liberar completamente su potencial velocidad.