El 29-K es un vehículo antiaéreo autopropulsado armado con el cañón antiaéreo  3-K 76 mm, sobre un chasis reforzado de camión YaG-10. A mediados de los años treinta el constante avance en la aviación llevó a necesitar proteger las columnas mecanizadas contra los ataques aéreos. La solución más sencilla fue instalar armamento antiaéreo en un camión, lo que daba lugar a un vehículo económico y efectivo.

El 29-K es un vehículo antiaéreo autopropulsado resultado de montar un cañón antiaéreo 3-K de 76 mm en un chasis reforzado de camión YaG-10. En 1933, la Unión Soviética empezó sus primeros desarrollos para tratar de instalar cañones antiaéreos de gran calibre en vehículos autopropulsados. A diferencia de los fallidos intentos de montar un cañón de 76 mm en un chasis de blindado T-26, el proyecto para instalarlo en base al chasis de tres ejes del camión YaG-10 resultó ser un éxito rotundo. Entre 1935 y 1937, 61 unidades del nuevo modelo vieron la luz, con el nombre de 29-K.

Antes e que pudiese recibir armamento el camión YaG-10 tuvo que ser adaptado: el chasis fue reforzado, se añadieron cuatro soportes extensibles bajo el chasis para estabilizar la plataforma y el carenado recibió blindaje adicional que podía ser desplegado  para permitir la operación del arma.

Los 29-K entraron en servicio en el Ejército Rojo durante los primeros envites de la Segunda Guerra Mundial.

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Los cañones antiaéreos de gran calibre aparecieron en War Thunder por primera vez en las filas alemanas con el modelo 8.8 cm Flak 37 auf Sd.Kfz.9, ahora la URSS también dispondrá de su opción para alcanzar a aparatos a media cota. Por supuesto, a la práctica, los antiaéreos de este tipo cumplen un rol cazacarros destacado en el juego. Pese a que el robusto y fiable YaG-10 no es comparable a sus equivalentes más ligeros como el GAZ-AAA o ZIS-12 en velocidad, su sorprendente capacidad de mover 10 toneladas de peso lo convierten en una plataforma de armas más potente y pesada.

El cañón semiautomático 3-K de 76 mm ofrece un alcance efectivo excelente, los proyectiles alcanzaban los 9,5 km, buenas características balísticas y una formidable cadencia de fuego. Lo que resultó crucial en las mutables condiciones del campo de batalla. Asimismo uno de los aspectos más destacados del arma es su  alta potencia de fuego, un proyectil de 76 mm necesita de una alta velocidad, la que le otorga el potente cañón 3-K. Y su potencia de fuego contra vehículos terrestres es bien conocida por sus notables cualidades antiblindaje, similares a las de los 75 mm germanos.

Al atacar a vehículos blindados hostiles, es recomendable abrir fuego desde posiciones resguardadas, puesto que el camión es demasiado lento para huir rápidamente y ponerse a cubierto.

El antiaéreo de gran calibre 29-K será añadido próximamente al rango 2 del arbol terrestre soviético. ¡Estad atentos a las noticias para descubrir que más llegará a War Thunder con el parche 1.67!