Con el nombre en clave de "Operación Husky", la invasión aliada de Sicilia entre Julio y Agosto de 1943 fue un paso importante para llevar la lucha a los territorios de las potencias del Eje. Los aterrizajes aéreos y marítimos se combinaron para establecerse en el Mediterráneo mientras luchaban con la Luftwaffe y la Regia Aeronautica por el control de los cielos. Alemania tomó muy en serio la defensa de Sicilia y de la región, sin escatimar esfuerzos en recursos y apoyo. Como resultado de lo cual, las batallas que tuvieron lugar fueron intensas y feroces, ya que la victoria de ambas partes sobre la otra tendría serias ramificaciones en el resultado de la guerra en general en muchos aspectos. 

Con Sicilia en la costa de Italia, su captura abrió las rutas marítimas del Mediterráneo y allanó el camino para la invasión a gran escala de la propia Italia, lo que provocó que los alemanes realizaran importantes desviaciones de tropas y recursos para montar una contraofensiva, así como para refuerza su control sobre los territorios que anteriormente estaban ocupados por las fuerzas de Italain.