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La fuerza aérea colombiana
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'B-25 Mitchell de la fuerza aérea colombiana, skin de Jota05 | descárgalo aquí


Corría septiembre de 1916 y la Gran Guerra duraba ya dos años. Pese a estar en la otra punta del mundo y no verse involucrados en modo alguno, los militares colombianos se interesaron por las novedades en armamento que aparecían mes a mes. 

Junkers W34 de las líneas aéreas SCADTA, fotografía tomada a finales de la década de 1920

Con un panorama eminentemente rural, a con los Andes a sus espaldas y la selva del Amazonas a sus pies, las ventajas de disponer de aviación eran evidentes, a medida que los nuevos diseños ganaban en seguridad y sencillez. Aquel mismo año una delegación de oficiales se desplazó hasta Francia para recibir su instrucción de vuelo. Posteriormente, con la Ley 126 del 31 de diciembre de 1919, se marcó la creación de la aviación militar y una escuela de vuelo dentro del ejército colombiano. Aunque no sería hasta el 15 de febrero del 21 en que estaría activa. De todos modos un año después estaba en quiebra.
Fue entonces cuando sucedió algo inesperado, a los pilotos alemanes se les auguraba un negro futuro con el Tratado de Versalles de 1919 y encontraron un modo de no perder sus alas en Colombia. El 5 de diciembre de aquel mismo año se fundaría la Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo, SCADTA (en Alemán: Deutsch-Kolumbianische Luftverkehrsgesellschaft), convirtiéndose en la segunda aerolínea comercial del mundo. Con la que, pese a ser una entidad civil, tuvo un alto peso específico en la futura fuerza aérea.
Es más que probable que estos alemanes y sus contactos fomentasen la creación de una misión suiza, capitaneada por Henry Pillichody, para reabrir la extinta Escuela de la Aviación Militar el 8 de noviembre de 1924, en Madrid, Colombia. Cuatro Wild WT suizos y ocho entrenadores Wild X conformaron la primera exhibición aérea el 7 de agosto del 27. Y su primer aparato de combate prestaría servicio activo un año más tarde, un Curtiss Falcon O-1 norteamericano. La futura fuerza aérea colombiana era una fuerza aérea propiamente dicha, aunque todavía dentro del ejército de tierra.

AT-6 Texan colombiano

patrullando la costa del Caribe 

La joven fuerza aérea no protagonizó ningún despliegue operacional hasta el 1 de septiembre del 32, cuando los peruanos invadieron la población de Leticia, en la problemática frontera sur. La ventaja de disponer de una fuerza aérea capaz de llegar a la zona y hostigar a los invasores era evidente, pese a disponer de únicamente de cuatro Curtiss CW-C14R Osprey como aparatos de apoyo y un solitario O-1, eran mejor que nada. El congreso de Colombia tomó, sin dudarlo, cartas en el asunto y destinó una considerable suma como nuevos fondos para la adquisición de nuevos aparatos, instalaciones y la contratación de pilotos experimentados. Muchos de éstos, alemanes y colombianos, provenían de la misma aerolínea SCADTA. Con todo, adquirieron a norteamérica veinte Curtiss Falcon F-8F, treinta cazas Curtiss Hawk II F-11C. A la vez que de Alemania obtenían un acuerdo por cuatro Junkers F.13, otros tantos Junkers W 34, tres Junkers K 43, media docena de Junkers Ju 52/1m, dos Dornier Merkur II y cuatro de los mundialmente famosos Dornier Wal flying boat. Todos ellos para el su uso comercial. Muchos de los aparatos de transporte eran hidroaviones, capaces de emplear ríos para entregar suministros y llevar a cabo el reconocimiento aéreo, manteniendo reservados los cazas para misiones de ataque a tierra. Los peruanos disponían también de aviones de combate, de hecho uno de sus Douglas O-38P norteamericanos fue derribado y capturado, de todos modos para entonces la Liga de las Naciones había intervenido para negociar la paz que pondría punto final al conflicto el 24 de mayo del 33. Tanto el aparato como su tripulación fueron repatriados y Leticia era devuelta a Colombia. La FAC perdió cuatro pilotos fuera de combate, uno de ellos alemán y también cuatro aparatos: Curtiss Falcon O-1, Osprey C-14, Goshawk F-11 y un Junker F-13.
La segunda guerra mundial sembró el desconcierto en Colombia, pese a su alianza con Estados Unidos y el apoyo que de ellos recibían; también fueron duramente presionados para extraditar a los alemanes dentro de sus fronteras, por temor a sus actividades. El gobierno colombiano se negó en reiteradas ocasiones, sin embargo si tomó precauciones para prevenir el posible espionaje germano. A partir del 7 de diciembre del 41 Colombia también se vio en la tesitura de tener una aerolínea parcialmente alemana, SCADTA, que pasó a formar la aerolínea nacional SCAO (en el futuro aerolínea Avianca), pese a que el industrial austríaco Peter Paul Von Bauer ya había traspasado el control a la Pan-American airlines con la intención de evitar a toda costa cualquier posible control nazi.

F-47D Thunderbolts de posguerra en la fuerza aérea colombiana 

 Fue entonces cuando Colombia recibió entrenadores modernos de norteamerica, PT-17 y AT-6, este último podía ser empleado también en combate. De todos modos, a excepción de patrullas antisubmarinos, hubo escasa actividad bélica. Al poco de finalizada la guerra, la FAC obtendría la autonomía que se merecía.
Con todo, acabadas las hostilidades, Colombia adquirió material norteamericano y mantendría así una política mixta, adquiriendo equipo tanto de Estados Unidos como de otros países. Pese a las tensiones con sus vecinos, inestabilidades en su política y precariedad económica, la FAC prosperó y evolucionó adquiriendo nuevas tecnologías con el paso del tiempo. Sus principales misiones de combate contemplan operaciones contra las guerrillas FARC y los narcotraficantes. Del mismo modo, Colombia es muy celosa de su espacio aéreo y sistemáticamente derriba cualquier aparato que recorra rutas típicas del trafico de estupefacientes si estos no responden a las ordenes de radio. En sus operaciones contra los insurgentes suelen emplear aparatos como las cañoneras Basler BT-67, media docena de ellos, unos rehabilitados C-47, como los que operaron en los cielos de Vietnam, así como el A-37. En el extremo opuesto están los aparatos de fabricación propia: Lancair Legacy T-90 Calima, su principal entrenador. Historias que nunca está de más conocer.
Autor: Joe "Pony51" Kudrna


En una próxima actualización incluiremos las siguientes calcomanías en War Thunder:

Escarapela de la fuerza aérea colombiana de
1927 a 1953
Escarapela de la aviación naval colombiana desde 1953

Calcomanías hechas por Colin 'Fenris' Muir


 
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